Una vez mas, como muchos otros fines de semana, nos despertamos con ganas de meternos nuevamente en la naturaleza, abrí Google Maps y busque los puntos en el mapa que ya tenia marcados en la lista de espera para ir a conocer, y ahí estaba la estrella apuntando la ruta de senderismo por el Desfiladero de Las Xanas.
Preparamos el mate, los sanguchitos, nos pusimos ropa acorde a la ocasión, cogimos los bastones de trekking y tiramos para el concejo de Santo Adriano.
EL REINO DE LOS SENDEROS
Asturias tiene mil y un actividades para hacer, (sobre esto tienes mucha información en www.turismoasturias.com) pero si de senderismo, trekking o montañismo se trata, vas a poder encontrar miles de rutas diferentes, con distintos paisajes, intensidades y terrenos.
Esta ruta en particular esta dentro de las catalogadas como corta, de baja dificultad. Son unos 8 KM en circuito lineal (hay opción de hacerlo circular, y volver por otro lado, lo explico mas adelante en este mismo post). Es decir que se va y se viene por el mimos camino. La primera parte es todo en subida (o en su gran mayoría) y la segunda parte, es decir el regreso, es bajada.
Si vas en coche, hay un pequeño parking que esta bien señalizado en Google Maps. Una vez que aparcaste el coche, caminas unos 400 metros por la carretera que asciende hacia Tenebreo (AS-360) y te encontraras con el inicio de la ruta cruzando la calle.
LA RUTA DE SENDERISMO
La primera fase de esta ruta transcurre en un camino que esta literalmente tallado en la montaña que te deja expuesto a una caída casi vertical de por lo menos 200 metros según el mapa de nivel que hay al inicio del recorrido. Es realmente precioso, se puede hacer con niños pero hay que estar muy atento de ellos. Existen tramos en los que posee una cuerda donde sujetarse por seguridad. Desde esta altura y en invierno, se puede observar el Arroyo de las Xanas y sus mil cascadas grandes y pequeñas. (Hermoso sería otra ruta de senderismo por ahí abajo, con una pasarela de madera como la que hay en la Garganta de Vintgar, Eslovenia ) Calculo que en verano todos los arboles y su follaje no permiten ver el río, pero seguramente si se puede oír, como lo hicimos durante casi todo el recorrido.
Luego de pasar esta zona, el camino se convierte en boscoso, nos ponemos a la altura del rió y hasta se puede hacer un pequeño break para comer algo entre los arboles, con el agua a los pies. Realmente es un lugar bellísimo que invita a quedarse.
Para seguir avanzando y poder llegar al final de la ruta, hay que atravesar dos puentes. Una vez cruzado el segundo, hay una subida bien pronunciada donde vas a encontrarte con mucho barro si vas en epoca de lluvias como nosotros. Seguramente vas a ensuciarte porque el camino no esta bueno, pero no deja de ser increíble. Hay que tener mucho cuidado de no caer porque es muy empinado y se vuelve un poco peligroso. (Si, me caí, pero salí ilesa)
Seguimos caminando nos encontraremos con una gran ladera un poco resbalosa, pero que en su cima podremos ver la Iglesia de Pedroveya y el pueblo a sus pies. Aquí es donde podemos decidir si volver por el mismo lugar o bien bajar hasta el pueblo y empalmar con la senda de Valdolayes y convertir el circuito en circular volviendo por ese sendero y conectando con la ruta que nos deja directamente en el parking donde inicio todo.
Ahora los dejo con las fotos de la ruta para que disfruten de la belleza del lugar.















